Lo más interesante de la paranoia nuclear es que nunca ha sido un temor infundado, por eso las buenas películas sobre las crisis atómicas de la guerra fria plantean reflexiones útiles ahora que el mundo se divide de nuevo por la probable guerra en Irán.

Fail Safe es una película para televisión que se caracteriza por estar filmada a blanco y negro y recrear un evento catastrófico que involucra a los Estados Unidos y a la ex Unión Soviética. Sorprendentemente el filme abandona los argumentos propagandísticos que han primado en la cultura estadounidenses en torno a la guerra fría para ofrecer un retrato humano de un accidente originado por fallas técnicas mientras funcionarios a todo nivel tratan de impedir un desenlace apocalítico.

La tensión que se construye a lo largo de la película permite que el observador se identifique con el drama que enfrentan los personjes, aparentes víctimas de una situación salida de control; el diálogo entre el presidente de los Estados Unidos y el Secretario General de la Unión Sovietica se convierte en un proceso de construcción de confianza en el que los líderes deben creer en las buenas intenciones de la otra parte, en tanto que sujetos guiados por intereses militaristas  buscan aprovechar la situación para imponer la hegemonía global estadounidense dando un toque sutil a la crítica contra el establecimiento "yankee", supuesto guardían de la libertad y la democracia.

El valor y el sacrificio que ha acompañado la imágen de los estadounidenses en el cine es puesto en perspectiva por la camaradería  de los soviéticos que observan como sus enemigos políticos, por error o por traición (no pueden estar seguros), se alistan a bombardear Moscú y a borrarla del mapa para siempre. La tecnología no se escapa a la crítica pues al terminar la jornada es la culpable de que no haya un final felíz concluyendo que cuando se juega con fuego las consecuencias pueden ser desastrosas y dejando como reflexión de cierre que la guerra debería ser un escenario al que nunca se llegue.